Para celebrar el año nuevo, Ludilabel te propone crear estas pequeñas galletas de papel con unos mensajes divertidos para echarse unas risas con la familia y los amigos. Esta actividad creativa está inspirada en las famosas galletas de la fortuna que se suelen encontrar en los restaurantes chinos. Cada galleta contiene un mensaje divertido, incluso enigmático, que te dirá tu futuro. Buena o mala suerte, lo único cierto es que leer estos mensajes te hará sonreír o fruncir el ceño.


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¡Solo tienes recortar los círculos y los mensajes!


¡Solo tienes recortar los círculos y los mensajes!



Lista de los mensajes para recortar

Para los adultos

  1. Todo empieza con un café, excepto una buena juerga, que empieza con ron y cola.
  2. El futuro te sonreirá si eres divertido, ¡así que sube al escenario y comienza el espectáculo!
  3. La suerte que buscas no está aquí, está en algún billete de la lotería.
  4. Si no puedes terminar tu trabajo, échale la culpa al ordenador, en el peor de los casos te darán uno nuevo.
  5. Cuando una puerta se cierra, otra se abre..así que ¡cierra más puertas!
  6. Pide prestado dinero a un pesimista, no esperará que se lo devuelvan (pero sé amable de todos modos).
  7. Los niños dan mucha alegría, así que no dudes en compartir esa alegría con tu familia y aprovechar para ir a un restaurante romántico.
  8. Refuerza tu KARMA: haz sonreír a un niño (+10 puntos), hazle reír a carcajadas (+100 puntos).
  9. Para tus compis del curro, un buen pastel casero para compartir, tú harás.
  10. Los errores ocurren, pero siempre hay una manera de convertirlos en oportunidades.

Para toda la familia

  1. No hagas caso a estos mensajes, son solo para reír.
  2. No puedo ayudarte, solo soy un mensaje simpático.
  3. La pereza no te parará…mañana…hoy no harás nada.
  4. Hazlo lo mejor que puedas, pero si no puedes, tampoco pasa nada.
  5. Cree en ti mismo/a, lo demás vendrá solo…quizás, bueno, nunca se sabe.
  6. Espera lo mejor, pero no demasiado, para no quedarte decepcionado/a.
  7. Eres más fuerte de lo que piensas, por ejemplo, intenta no reírte al pensar en una nutria sobre un camello.
  8. Tu benevolencia te beneficiará, a menos que alguien te moleste, en ese caso, ¡saca las garras!
  9. Te veo que te ríes.
  10. Cuando una puerta se cierra, otra se abre, ¡pero cuidado con la corriente de aire!
  11. Menos mentimos, mejor nos sentimos, ¿No es así, chiquillos?
  12. Ayúdate y el cielo te ayudará, pero también tus amigos, es guay tener amigos.
  13. Tu imaginación es más valiosa que el saber, pero si también sabes, no está nada mal.
  14. Después de enseñarte a hablar, tus padres te enseñan a callar, ¡qué ironía!
  15. Los hijos del herrero no tienen miedo a las chispas, según un proverbio danés.
  16. El que guarda su alma de niño nunca envejece, así que ¡protégela bien al calorcito!
  17. Alguien te deseará un feliz año nuevo ¡sí que lo hará!
  18. Error 404: mensaje no encontrado.
  19. Un buen año empieza con una sonrisa y termina con una risa.
  20.  Te deseamos que encuentres un paquete de ositos de gominola cubiertos de chocolate.
  21. No hagas las cosas a media o… 
  22. Que la caja de galleta de la cocina nunca esté vacía ¡nunca más!

¿Lo sabías?

Cada año se producen casi 3.000 millones de Galletas de la Fortuna, principalmente para los consumidores de Norteamérica, sobre todo en Estados Unidos. Muchos restaurantes asiáticos las ofrecen a sus clientes al final de cada comida o en las bolsas para llevar. Pero también se encuentran en los restaurantes chinos de Europa, América Latina, etc. El único país donde no están disponibles es… China. 

¿De dónde vienen las galletas de la fortuna?

Yasuko Nakamachi, investigadora de historia de la Universidad de Kanawaga, encontró fuentes de estas galletas de la fortuna en los archivos de una centenaria pastelería familiar cerca de un templo sionista de la ciudad de Kyoto. La pastelería Sohonke Hogyokudo lleva produciendo este pastel de forma única desde el sigo XIX, añadiendo un mensaje que predice el futuro. Si la receta es diferente, con sésamo y miso en lugar de mantequilla y vainilla, y si son más grandes, serían entonces los ancestros de las galletas de la fortuna americanas. Aunque se trata de la última tienda que produce galletas de la fortuna en Japón, la tradición de poner unos mensajes premonitorios en galletas y pasteles remonta a antes de la creación de la pastelería, tres generaciones anteriores al actual dueño, cuenta Matsuhisa, pastelero de Sohonke Hogyokudo, al New York Times en el 2018. Utiliza los mismos 23 mensajes que utilizaron los pasteleros anteriores a él, mientras que Wonton Food, el mayor productor de galletas de la fortuna modernas, situado en Nueva York, tiene una base de datos de más de 10 000 mensajes.

Ilustración de un libro de cuentos del siglo XIX, “Moshiogusa Kinsei Kidan.” (crédito: National Diet Library) 

Yasuko Nakamachi también ha descubierto numerosas referencias a estas galletas en la literatura clásica japonesa, en miles de documentos históricos, incluida una inscripción del 1878 de un hombre japonés que prepara estas galletas, décadas antes de que se introdujeran en Norteamérica.



¿Cómo llegaron a Estados Unidos?

La investigadora ha realizado numerosos viajes a San Francisco y a Los Ángeles para hablar con los inmigrantes chinos y japoneses que producen galletas de la fortuna. Descubrió la presencia de estas galletas en las comunidades chino-japonesas durante la Segunda Guerra Mundial, donde se servían en algunos restaurantes chinos de California con el nombre “fortune tea cakes”. Estas galletas de la fortuna para el té eran elaboradas originalmente por pastelerías japonesas de California, pero pronto su popularidad creció y los clientes empezaron a pedirlas en los restaurantes chinos locales. Los estadounidenses de origen chino se hicieron rápidamente con el mercado a finales de los años 50, alcanzando una producción estimada de 250 millones de unidades.

Desde una tradición local en un pueblo japonés, pasando por los inmigrantes japoneses que se establecieron en California, hasta la industrialización de su producción en las últimas décadas, las galletas de la fortuna son un ejemplo representativo de la cultura chino-americana.